Hace unos años, me decían que qué malos éramos los de Almería. Era uno de mis primeros años en este mundillo después de un grave accidente que me devolvió a "pensar" en ajedrez.
La verdad es que a mi, nunca se me ha dado bien eso de conseguir logros, ni mucho menos he visto como el ajedrez almeriense se alzaba con títulos, salvo las excepciones del ajedrez femenino roquetero. Pero desde que escuché esas palabras, que ni mucho menos me sentaron mal, simplemente reflejaban la realidad de lo que nos sucedía, mi empeño fue mejorar, aunque fuese cada día un poquito. La meta no era ninguna en concreto, simplemente que el nombre de Almería no estuviese al final de la lista.
Hoy, unos años después, creo que ese pasito lo hemos conseguido. Primero crecimos como "institución", saneando lo que había que sanear e intentando labrar un camino que fuese fácil de atravesar y después llegaron los éxitos deportivos, pero los verdaderos éxitos son el ver una cantidad ingente de niños y niñas que gritaban: "Almería, OE, Almería, Oee, Almeríaaaa, Oe, Oe, Oeeee".
Todo esto tiene un climax el día 29 de Mayo de 2011, cuando un jugador que muchos conocen, ya que entre los pequeños siempre ha luchado en los primeros puestos, ha derrotado con la calma de todo un Maestro a los demás jugadores andaluces. Sin duda, yo me quitaría el sombrero, lástima que no uso, pero el gesto es ese.
Recuerdo el torneo Internacional de Carboneras, un agosto muy caluroso, cuando se celebraba en los Salones del Ayuntamiento, ver un pequeño chico, tal vez de 5 ó 6 años respirar con dificultad. Con unas grandes gafas que dejaban entrever la "mirada asesina" de un ajedrecista que entranaba con las recompensas de los Bollycaos como aliciente. Ese niño de perfil grueso y con mucha "hambre" de ajedrez, es hoy el nuevo Campeón de Andalucía, es Antonio Abad Arboledas Fernández y seguro que tanto su familia, como la nuestra, la del ajedrez almeriense, hoy se ha sentido muy identificada con la mirada de ese niño.
GRANDE ARBOLEDAS!!!!