Salvador Pérez Asensio me ha pedido permiso para publicar un escrito redactado por él mismo. Evidentemente es un honor publicar cualquier cosa que me mandéis, porque mi blog ha intentado ser siempre libre para poder expresarnos de la forma que deseemos, siempre dentro de los límites del respeto y de un comportamiento cívico. Cualquier otra persona que desee publicar algo, jamás será censurado, pero siempre dentro de los límites del respeto y sin cometer injurias ni nada similar, como antes ya he dicho.
Ahí va:
Los que me conocen saben que no
me prodigo en estas publicaciones, así que espero me disculpen si me extiendo
mas de lo debido, de hecho creo es la primera vez, y lo hago esencialmente para
manifestar mi agradecimiento, no sin antes escribir algunas palabras, probablemente,
como muchas, para el olvido. Durante años José María y Salva, mis hijos, han
competido con relativo éxito, el podio siempre se nos ha resistido, no siempre
por causas ortodoxas: a veces los padres nos equivocamos y presionamos
indebidamente a los niños; sin tensión, sabiendo que sólo juegan una partida de
ajedrez, que de las bondades del ajedrez la mas sobrevalorada, quizás, es la
inteligencia, con toda seguridad que el niño jugaría mejor. Siempre he
descreído del éxito y del fracaso; tengo mis razones, el éxito es efímero y muchas
veces no es sinónimo de felicidad, adolece de un coste emocional, en demasiadas
ocasiones. muy elevado; "he visto algunos
niños tristes", me comentaba una madre "ajena" al mundo del
ajedrez. El fracaso, en cambio, puede verse como un crecimiento personal, una
oportunidad para aprender y fortalecerse. Simplemente digo que las cosas pueden
verse desde muchos prismas, y hay que valorar mas el esfuerzo y menos los
resultados, puesto que no siempre van de la mano. Mi José María, para mi, ha
realizado un magnifico campeonato, no obstante, no ha pisado pódium. Mi
enhorabuena a todos los niños de Almería, por su esfuerzo, y por extensión a
sus padres, ausentes o presentes, pues todos tienen a sus hijos en mente,
aunque sea en la distancia. Eso de ojos
que no ven corazón que no siente, no siempre se cumple, pues me consta de
la preocupación que han tenido muchos padres con sus hijos, siempre en continuo contacto telefónico. De hecho, los
padres lo pasan en ocasiones peor que los hijos, pero creo que hay que intentar
disfrutar más y relajarse, pues al final uno no está ni en el plato ni en la
tajá; sé que es difícil pero no imposible, de este modo uno puede percibir lo
que le rodea, quizás tomaría conciencia del la belleza del enclave, verdes
pinos que bordeaban la ribera, aves silvestres que rayaban un impoluto cielo,
la brisa del atlántico mas pura y mística, el pueblecito marinero de blancas y limpias
casitas, la iglesia humilde y bonita....
Respecto al binomio monitores-padres, opino que realizan funciones que son complementarias ( no
sustitutivas ), cada uno aporta lo suyo,
si me permiten el símil es como abuelos y padres, el abuelo debe de ejercer de
abuelo, pues ya cumplió como padre y el padre debe de ejercer de padre, no de
colega o cualquier otro cliché. En comunión con el buen escrito de Alba Gázquez
creo que somos una gran familia pues llevamos muchos años juntos. Este año
Antonio, su padre y mi amigo, no ha podido venir por razones laborales. Antonio,
ya caerá un café, pago yo que la última vez te salió caro. También se despidió
de nosotros el bueno de Antonio Ortega
pues María ha cumplido la edad. Un abrazo Antonio. El tiempo pasa volando.
Gracias a Paco Vilchez, no es
incierto que Salva nunca dio clases con Vilchez, pero sí fue monitor de mi hijo José María, y
como todo es una causa- efecto, José
María ha sido un revulsivo para su hermano. Vichez ha tenido, a mi modesto
parecer, la visión mas limpia del
ajedrez. Gracias, también a Alberto Rubí que fue monitor de mis dos hijos, tuvo
mucha dedicación, y una madurez impropia
de su edad. Salva era jugador del Círculo Mercantil en aquella época. Club al
que siempre querremos y respetaremos. Gracias a Paco Galindo, actual monitor, y
casi mentor de mis dos hijos. Galindo sabes bien lo que te apreciamos: te lo
has currado, como dicen los chachis de hoy. Decir que siempre hemos sido fieles
en cada momento a su monitor. Gracias también
al club Indalo (al que con orgullo pertenece
Salva actualmente ) y a la
Delegación de Almería,
( encabezada por un gran líder,
como Javi Garrido, un maduro Roberto, un siempre correcto Barranco y un
increíble Bernardo,), por aportar,
ambos, toda la logística. Los que
llevamos muchos años, como ya anticipé, nos hemos acordado de David Cabrera, un
profesional. Gracias a las palabras de ánimo que José Manuel, padre de Savins, me ofertó, no sin antes preceder a sus
discípulos, como es lógico. Decía don Camilo José Cela en una de sus
dedicatorias, " gracias a mis rivales que me han ayudado tanto" ( no
es estrictamente así, la he suavizado ), David Llena, en una de sus grandes
partidas, hizo tablas con el primero del ranking, abriendo el camino para que
otros pudieran alcanzar pódium.
Gracias por último a mi hijo
Salvador, por enseñarme a ser mejor y por su eterna sonrisa.
Tu padre que te quiere en el
relativo éxito y en el relativo fracaso. Tu lo sabes Salva.
Si he omitido alguna persona o
ente que me disculpe, pues es mas causa del olvido que del afecto.
Negras juegan, con la edad, uno sabe que lo blanco es negro y lo negro es
blanco, con bastante frecuencia.