De exitoso se podría calificar el encuentro vivido ayer, sábado 20, en el Pabellón Máximo Cuervo de Aguadulce.
Más de 600 personas abarrotaron un pabellón huérfano de éxitos deportivos de otros deportes, pero que un deporte ¿minoritario? calentara los asientos de unas gradas, que vivieron el trasiego de unos padres y madres que alucinaban viendo tal cantidad de pequeños desplegando sus habilidades encima de un tablero, eso no se puede olvidar.
Casi 400 niños y niñas de toda la provincia pusieron a prueba los nervios de árbitros y monitores, sin duda los que más trabajo tuvieron. Para muchos era la primera gran competición, para otros era una más, pero al ser la primera vez que se juntaba tal cantidad de personas siempre asusta.
La jornada comenzaba con la llegada de unos timidos chavales de Almería, casi con miedo por pisar por primera vez el pabellón, pero poco a poco la gente llegaba. Hasta diez autobuses custodiaban los alrededores de las instalaciones, multitud de coches ponían el cartel de lleno en los parkings y numerosos padres preguntaban por el bar más cercano para tomarse un café. Mientras todo eso pasaba cada niño y cada niña se adentraba en un mundo nuevo, no era la competición típica del pueblo o del colegio, no, era algo más, representaban a su localidad o a su colegio y el hecho de competir, jugar y conocer gente de otros lugares, con eso ya mereció la pena.
En la organización hubo nervios, lógico, muchos niños, muchos padres... pero el objetivo estaba cumplido y al iniciar las partidas una nueva banda sonora tomó las gélidas paredes del pabellón. Cada rugir de piezas sobre el tablero daban vida a nuestro deporte-ciencia. Las primeras victorias y las primeras alegrías... pero también las primeras derrotas y los primeros llantos. ¿Quién puede imaginar que un niño de tan sólo 6 años llore porque ha perdido una partida de ajedrez?
A los monitores también habría que erigirles un pequeño monumento, aunque sea uno imaginario en cada una de las cabecitas de esos pequeños ajedrecistas. Su dedicación por los suyos es increible, aunque tengan que levantarse cerca de las 7 de la mañana en su primer día de vacaciones navideñas y no llegar a sus casas hasta pasadas las 3 de la tarde. Sin duda, desde aquí y desde mi humilde opinión: muchas gracias.
Los sufridos padres y madres aguantaron lo indecible. A más de uno le entrarían ganas de saltar la grada para ver a sus pequeños de cerca. Otros tuvieron más suerte y lo vivieron desde abajo. Creo que no hay nada más feliz para un padre o para una madre que ver a su hijo desenvolverse él solo delante de otra persona. Sin duda son casi los auténticos protagonistas, porque sin ellos este tipo de eventos es casi imposible.
Seguro que hay muchos cosas que mejorar, seguro que hay mil aspectos que no salieron del todo bien, pero lo que sí está claro es que cada niño y cada niña al regresar a su casa, se fue con una sonrisa y con ganas de que llegue la cita de Cuevas de Almanzora.
Ahora os dejo con las fotos de la competición y la clasificación de todas las categorias.
Clasificación Por Equipos
Prebenjamín:
1º Roquetas 11,5 puntos, 2º Vícar 11,5 puntos, 3º 8,5 Cuevas de Almanzora.
Benjamín:
1º El Ejido 14 puntos, 2º Mar Mediterráneo 12,5 puntos, Roquetas-Vícar 12 puntos.
Alevín:
1º Cuevas del Almanzora 11,5 puntos, Roquetas 10 puntos, Ejido-Agave 9,5 puntos.
Infantil:
1º Vícar 5 puntos, 2º Reverté 4 puntos, 3º Roquetas-Circulo-Sek 3 puntos.
Cadete:
1º El Ejido 3 puntos, 2º Vícar 2,5 puntos, 3º Circulo 2 puntos.
Juvenil:
1º El Ejido 3,5 puntos, 2º CD Sek 3 puntos, Vera 3 puntos.