Cada vez más pequeños, cada vez más jóvenes, pero cada vez más preparados. JASP, rezaba un anuncio hace un tiempo de televisión "Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados", al ajedrez esto también nos ha llegado.
Mi generación, veinte años anterior a esta, veía el ajedrez como un juego más y quizás no tomaban contacto con ella hasta los 10 años (en mi caso hasta los 11), era ahí cuando nos enseñaban los primeros movimientos; dábamos los primeros pasos, eso sí, pasos muy rudimentarios, gateábamos por el aprendizaje ajedrecístico. Hoy, 20 años después, niños de 5 ó 6 años ya saben que al ajedrez también se puede jugar por una "máquina". Estudiar...puff, eso sólo se hacía en el cole y ni por esas. Hoy, 20 años después, estos niños saben que tienen a su alcance infinidad de medios para estudiar y que pueden hacerlo para mejorar.
Recuerdo que cuando avanzábamos, éramos "elegidos" entre los mejores e íbamos a la sede del Club, todos arremolinados en torno a un señor al que respetábamos y que tan sólo con la ayuda de algún libro y de su experiencia disfrutábamos aprendiendo. Hoy, 20 años después, puede que ese señor seamos algunos de nosotros, pero ya tenemos algo más que un libro y unos apuntes.
En mis clases, este año me he encontrado con la generación del 2001, apenas 7 años de vida y ya quieren ser pequeños Kasparovs. Esto no sólo les va a servir para este deporte-ciencia, sino que demuestran en las clases que el compañerismo y la empatía se engrandecen con el ajedrez.