No penseis que ha muerto nadie ni mucho menos, no, simplemente es la mejor frase que se me ocurre para expresar todo lo transcurrido durante esta semana en nuestro equipo de División de Honor Andaluza. Se me ocurren otro dicho: "lo que mal empieza, mal acaba" o el título de una película de Jim Carrey: "Una serie de catastróficas desdichas". Vuelve a parecer que se ha muerto alguien o que algo grave ha sucedido, nada más lejos de la realidad, lo único que ha sucedido es que hemos perdido un encuentro contra el Club Deportivo Motrileña.
El porqué de todos estos comentarios, viene dado por las dificultades que nos encontramos para pelear con "dignidad" ante un rival directo por la salvación. Para empezar, nuestro rival, se nos ha dado históricamente fatal, nunca hemos logrado algo positivo contra ellos, sin ir más lejos los dos últimos años nos han vencido por idéntico resultado: 4-1. Por si las estadísticas no fueran propicias, se añade que esta semana es el Puente del Pilar, es decir, que unas minivacaciones no les vienen mal a nadie y para los integrantes de nuestro equipo tampoco. Pavel no podía, no nos dijo el porqué, (seguramente eso, vacaciones). Azahara ocupada en Gibraltar por motivos laborales. Vane en Sevilla. Magán descansando del stress escolar. Y por último Berni, pasando unos días con sus padres. Así que nos tocó a los mosqueteros de siempre, esta vez con el refuerzo desde el filial de Juanjo, acudir por segunda semana consecutiva a Motril (el equipo se organizó el sábado a última hora).
Finalmente, sin la preparación adecuada, ese domingo nos dispusimos a hacer el viaje. El primer contratiempo viene cuando Alberto llama para decir que se ha quedado dormido, yo de todas formas soy algo previsor y como les cité a todos con bastante tiempo era subsanable, aunque ya ibamos justos para llegar a las 10. Para intentar llegar con unos minutos de adelanto y poder tomarnos un café, incrementé el ritmo del viaje por las simpáticas curvitas de la costa tropical granadina. El segundo contratiempo del día llegó entonces. Barranco estaba más blanco que los dientes de la del anuncio de Profident, estaba mareado y tuvimos que pararnos en Calahonda. Lo más fuerte es que se bajó casi sin avisar estando parados en un semáforo en rojo que se acababa de poner en verde, pa matarlo. Ante esta eventualidad, se nos ocurrió llamar al equipo contrario para comunicarles que íbamos a llegar un poco más tarde (en esta categoría se concede media hora de cortesía para los equipos que se desplazan), en principio por teléfono parecía que no habría problema (como debería ser). Tomamos el aire lo suficiente y nos ponemos otra vez en camino, esta vez un camión es el que nos parece decir que hoy no era nuestro día. Tuvimos que ir lo que quedaba de trayecto a casi la mitad de lo permitido. El caso es que finalmente se llegó. La hora exacta fue las 10.34 de la mañana hora local en Motril. Llegamos tarde, cierto, pero no me pareció una hora desorbitada, teniendo en cuenta también que avisamos a las 9.45 que nos retrasaríamos un poco. Lo cierto es que el saludo de los motrileños fue de atención para la persona que estaba mareada, pero los relojes (incluido el del mareado) ya marcaban media hora menos. Así que casi ni con tiempo para rellenar el acta del encuentro, nos pusimos a toda prisa a recuperar el tiempo perdido.
Ahora bien, no estoy diciendo que por ley hayan actuado mal, ni que sea sancionable, ni que estemos en nuestro derecho de comenzar la partida con el mismo tiempo...pero si voy a poner un ejemplo: la semana pasada fuimos a jugar también en Motril, contra el Club Ajedrez Motril, llegamos a las 10.10 hora local en Motril y Jorge Fdez. Montoro (presi del club) nos dijo que fuesemos a tomar café o algo si nos apetecía, así lo hicimos, no demorándonos en demasía y todas las partidas empezaron con el mismo tiempo en el reloj para ambos jugadores. Con esto quiero decir que quizás, el tener un poco de ética no viene mal a nadie. Vuelvo a repetir que ellos estaban en todo su derecho de poner en marcha el reloj, pero no todos somos iguales, por suerte.
En lo deportivo, y ya era hora, las prisas fueron lo que nos marcaba en las aperturas. En el tablero uno, Alberto jugaba contra Fco. Miguel Gª Molina, joven jugador pero de gran experiencia y de altísimo nivel (campeón de Andalucía sub16 este año), entraba en una francesa donde las variantes eran muchísimas. Alberto quedó bien tras un sacrificio de pieza por dos peones, pero la falta de tiempo (jugaba con el incremento al final) hizo que cometiera alguna imprecisión y acabó perdiendo. Aunque el primero en acabar no fue Alberto, sino Jorge. Su rival, Torres Bosch, le inflingió una severa derrota con un ataque ante el enroque, quizás no podemos achacar esta derrota al tiempo o tal vez sí... Juanjo en el último tablero debutaba en División de Honor, su rival, Laura Jiménez Lupiañez, otra gran jugadora de la inagotable cantera motrileña (campeona de España varias veces). Planteaba una eslava algo rara, donde se cambiaron todas las piezas muy rápido y la pérdida de un peón por parte de Juanjo. Se llegó a un final de damas y peones que finalizó con tablas por repetición. El último en finalizar fue "el mareado" Barranco, quizás el que más difícil lo tenía, porque su rival era Antonio Pintor (campeón de España sub14 y de Andalucía tanto sub14 como sub18). Barranco me dijo al finalizar que no tuvo el cuerpo bien en toda la partida y que no podía calcular más allá de lo que a él le gusta, así que se dedicó a verlas venir y sacó un gran resultado con unas tablas. Por último la única partida que se ganó fue la mia, no voy a decir nada más que fue ante el capitán del otro equipo y técnico de deportes del Ayuntamiento motrileño, Emilio Gª Castilla. Un gambito letón, que solventé con cierta facilidad. Un total de 3-2 en contra que nos deja entre las cuerdas. Nos vamos con una sensación de pesadumbrez y de impotencia. Justificable o no es que la cosa se ha puesto difícil, pero aún debemos seguir luchando para permanecer un año más en esta categoría.
Así, con esta derrota, justifico el título de este artículo. Todo empezó mal y la previsión era que acabase mal, como así fue. Para las próximas jornadas espero contar otras noticias.